martes, 8 de enero de 2008

IANUARIUS TV


Enero (del latín ianuarius) es el mes de los infelices.
Es un mes en el que la gente busca ilusión por vivir (o sobrevivir) y las empresas aprovechan para venderla a buen precio. (Como si la ilusión dependiera de unos chicles de nicotina, una matricula en Hollywood Gym o una colección de soldaditos de la II Guerra Mundial). El caso es que la gente busca cambios en su vida que les devuelvan la ilusión.
Enero toma su nombre del Rey Jano. Su representación habitual es bifronte, esto es, con las dos caras mirando en sentidos opuestos. Es el Dios de los cambios.
La última noche del año, arrodillado delante de la pantalla, recé al Dios Jano. Le pedí que cambiara la tele. Primero, le pedí que Ramontxu volviera a la primera con su caspa (perdón, capa). Le pedí que Jaime Peñafiel descubriera su pasión por los viajes al Polo Norte. Le rogué que Mariñas, en un ataque de sentido común, decidiera tomarse 15 años sabáticos y que Jordi Gonzalez se fuera a enredar a su puta casa.

El Dios Jano, enfadado, me dijo:

- “Ehhh, ¡bájate de la moto! Sólo te concedo un deseo. Un cambio. ¡Elige!”

Aunque la opción de Jordi Gonzalez me encantaba, acabé rogándole:

- “Vale, pues si tengo que elegir…. ¡Que la televisión no diga mentiras!”

Las risas de Jano se escucharon en Patones de Abajo.
Agobiado, me apresuré a intentar cambiar mi deseo:

- “Pues entonces… ¡Que las mentiras se emitan con dos rombos!”

La carcajada de Jano (que cada vez me caía peor) llegó esta vez a Patones de Arriba.

Cansado e impotente ante el “no cambio” de la televisión, mandé a Jano a la mierda. (Luego me enteré de que fue el primer expulsado de la segunda edición de OT).

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La realidad es que las cosas cambian, pero no tanto.
La televisión, por lo que he visto en estos días de Enero, solo ha cambiado de año. Y como mucho, de decorado.

En fin, por lo menos ha pasado la Navidad para perfumes, colonias, desodorantes y anunciantes en general. Qué decepción deben tener los compradores de Axe al comprobar que las chicas no se desnudan ante ellos en las paradas de autobús. Pobres las mujeres que usan Chanel y no duermen bajo mantas de Leopardo y con collares de diamantes. Infelices los que compran cereales integrales de chocolate pensando que saben…. a algo.

¡Mentirosos!

miércoles, 26 de diciembre de 2007

LA TONTERÍA NACIONAL


¡Ya es Navidad! ¡Viva la lotería! No sé qué extraño sentimiento nos hace creer que tenemos el décimo premiado… El caso es que a las 09:00 de la mañana del día 21 de Diciembre estaba delante de la televisión, más tonto que Abundio, convencido de mi inminente triunfo televisado. Me imaginé con una gran botella de Champagne francés en la mano, zarandeando el décimo premiado/fotocopiado delante de todos los españolitos de reintegro, cuando recordé algo que me descubrió un ex director de Loterías de España (el mejor):

- “Si necesitas el dinero, nunca te tocará”

Aún así, yo confié en la tontería. Mi número era uno cualquiera pero tenía buena pinta. ¿Por qué no? Era bonito. Acababa en 7 y le quería como a un hijo. El día anterior hablé con él. Charlamos acerca de las cosas que íbamos a hacer juntos, los sitios que íbamos a conocer, las juergas que nos íbamos a correr…

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Obviamente, nunca tocó…. El gordo fue madrugador (¿por qué siempre madruga?) y mi décimo no coincidía ni en el dibujo con el premiado. Lo importante del asunto es que al terminar el sorteo, sentí haber fracasado. ¡¡No me había tocado el gordo!!

Me acababa de convertir en una víctima más de la tontería nacional. La probabilidad de que me tocara el gordo era de un 0,0011%. ¡Y no me tocó!

En la primera de TVE, escogieron para retransmitir los premios a dos chicas que parecían recién salidas del “saldillo” de Prada.

- “Tía, que fuerte que una de esas bolitas va a ser el gordo”
- “Uyyy, calla, calla. Mira como se me ponen los pelitos del brazo”
- “¿Qué monos los niños, no?”

Antena 3 tuvo la suerte de poder contar con Massiel, que sumó puntos enteros al corrillo que montaron desde primera hora de la mañana. Ramón Arangüena simplemente fué dormido al plató. Carlos García Calvo repartió sabios consejos a los premiados sobre cómo no parecer un nuevo rico. Seguro que le hacen caso.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Pues nada, mucha suerte a todos para el sorteo del niño, que esta vez fijo que toca.
¡Feliz Año Nuevo!

viernes, 14 de diciembre de 2007

¿POR QUÉ? (SEGUNDA PARTE)


¿Por qué Enjuto Mojamuto no da las campanadas en La Primera?
¿Por qué han dejado a Martin Scorsese estropear una tradición milenaria?
¿Por qué en los debates de Telemadrid hay siempre 8 delanteros y un portero?
¿Por qué “Los Irrepetibles de Amstel” se repiten tanto?
¿Por qué Micky Nadal no ha visto un peine en su vida?
¿Por qué nos asombramos de que Mercedes Milá haga pipi en su bañera cuando se hace caca todos los jueves en nuestra televisión?
¿Por qué en las series de blancos el tonto es el negro y en las de negros el tonto es el blanco?
¿Por qué Jorge Javier se sube a “La Noria” para ir de víctima?
¿Por qué Jorge Valdano no retransmite partidos en el programa “Redes”?
¿Por qué Iturriaga sigue soltando gallos?
¿Por qué “El Hormiguero” no se emite por Disney Channel?
¿Por qué La 2 retransmite carreras de caballos y no partidas de mus?
¿Por qué Jimmy Gin Tonic Arnau es el fofito de los cincuentones de España?
¿Por qué los concursantes de “Allá Tú” son tan amigos?
¿Por qué el presentador de “Art Attack” parece seguir merendando bocadillos de Nocilla?
¿Por qué el de “Bricomanía” sólo tiene amigos con coleta y pendiente?
¿Por qué Jaime Peñafiel no cambia la pajarita por una chupa de cuero?
¿Por qué el plató de “Money Money” parece un burdel?
¿Por qué los niños consiguen dormirse después de ver a “Los Algos” de Cuatro?

jueves, 6 de diciembre de 2007

EL HORMIGUERO


Siempre que veo “El Hormiguero” de Cuatro sufro una regresión a mi infancia. No existe ningún programa de televisión que se asemeje tanto a una fiesta del pijama, con pelea de almohadas incluida. Obviando lo insustancial del programa, creo que el éxito reside en la realización. Gracias a esa cámara que no deja de moverse, consiguen convertir al estático y aburrido Pablo Motos en un culo inquieto imparable. Sudando como un cochinillo y sin dejar de moverse de un lado a otro en ningún momento, consigue captar la atención del espectador con una sarta de chorradas y truquitos Quimicefa que no hay quien aguante.

Llama la atención la doble personalidad del presentador. Si la cosa es bailar, cantar, saltar y dar volteretas estamos ante el tipo perfecto. Para esto parece no tener ninguna vergüenza. Pero cuando tiene que entrevistar a alguien la cosa cambia sustancialmente. Tartamudeos, sudores, inseguridad… Se ve que está incomodísimo. Y es que Pablo Motos es uno de los presentadores más tímidos de la tele. Para hacerle la cosa más llevadera, el programa se ha inventado a dos peluches (Trancas y Barrancas). Se supone que son hormigas pero podrían ser ositos, perros o marcianos, porque están menos currados que la E.G.B de Aida Nizar. El caso es que estos personajes de trapo brindan una ayuda imprescindible a Motos para salvar por los pelos entrevistas, que de otra forma quedarían ridículas.

Ahora mismo estoy viendo el programa. Son las 22: 04 y acaba de entrar el “científico loco”. Ya están bailando otra vez…

Es una pena que “El Hormiguero”, uno de los programas más infantiles de la parrilla, se emita a las 22:00 de la noche. Sobre todo, a sabiendas de la basura que se tragan los niños a media tarde (su hora). Mucha preocupación por el exceso de grasa de la doble Big Mac y el mal uso de los antibióticos y muy poca por la salud mental de la audiencia. Perdonad el cambio de tercio pero me parece impresentable que hace años el que escribe disfrutara a las 18:00 con Barrio Sesamo y ahora los pobres chavales se tengan que conformar con los cuchicheos de portera barata de Peñafiel o los polvos bajo el sucio edredón de “Gran hermano 9.0”.

Luego nos quejaremos de la juventud. Arrieritos somos y en el camino nos encontraremos.

Hasta el jueves que viene.

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FICHA TÉCNICA
-“El hormiguero” se emite de lunes a viernes a las 21:30.
- Cadena: Cuatro.
- Presentador: Pablo Motos.

martes, 27 de noviembre de 2007

MINUTO Y RESULTADO


Hace unas semanas, llamé la atención sobre las espectaculares dimensiones de la cabeza del presentador Patxi Alonso. Pues bien, ya he descubierto por qué la tiene tan grande.

El domingo estuve viendo el programa de fútbol que presenta, “Minuto y resultado”. Al cuarto de hora me entró una jaqueca que ni con el mejor paracetamol del mercado.
Al más puro estilo “ensucia la tele con todo lo que puedas” me vi ahogado entre gráficos, sonidos, estadísticas, gritos y promedios. Era imposible distinguir algo en la pantalla excepto, claro está, la super cabeza del presentador. Por eso se la ha dejado crecer, ¡para que le veamos!

Paso a describir todo lo que llegó a mostrarse en pantalla simultáneamente: Por la parte baja de la tele, de forma continuada y muy pesada, los resultados de la jornada a toda leche, acompañados de repetitivos soniditos que te advierten de los goles, además de ponerte de los nervios. Por el lateral izquierdo de la imagen, súper gráfico de tiros a puerta del Valladolid comparados con los del último partido de la temporada pasada contra el mismo rival y a la misma hora… Por la derecha y desmarcándose, la clasificación provisional que insertan cada 20 segundos según varían los resultados. (Me imagino al pobre becario, picando datos y cagándose en la madre de la liga profesional de fútbol). En el corner izquierdo, la palabra “directo” recuerda, por si alguien es tonto, que estamos en rigurosísimo y pueden pasar muchas cosas.
De pronto, conectan en directo con San Mamés. Aparece en primer plano un pavo con rizos, unos cascos puestos y muy nervioso. Acierto a distinguir la sombra del cabezón de Patxi que se asoma desde un lateral. ¡Pero si está al lado! Resulta que conectaban de urgencia porque el Murcia había disparado al palo en dos ocasiones. Mis ojos no saben donde mirar. Demasiados estímulos, demasiados gráficos. Y como éramos pocos, parió la abuela. Patxi está acompañado de invitados que se dedican a comentar todo lo que se va mostrando en esa pantalla del infierno, verde y llena de datos. No exagero si os confieso que imaginé una ranura en mi tele con el titulo “Insert Coin” porque la verdad es que parecía que me estaba jugando los cuartos en una máquina tragaperras.
No me extraña lo más mínimo que Lopetegui se rindiera a los encantos del programa y, fruto de un justificadísimo desmayo, hiciera temblar el plató de la Sexta. Pero, ¿no querían sorpresas? ¡Pues esto es La Sexta!, comentaba el presentador.
Patxi, no quiero sorpresas. Es domingo y no quiero que me estreses. Para eso ya tenemos los laborables. Me río yo de los dibujos de Pokémon. “Minuto y resultado” puede llegar a causar muchos más ataques epilépticos en la audiencia que esos dibujos japoneses o que el ilustre y emocional Santi Acosta contando chistes.

Por mi parte, recomiendo de forma enérgica seguir la jornada futbolística con el teletexto de fondo. Mientras, podemos dedicar nuestro tiempo a otras cosas mucho más relajadas, como escuchar música, estar con los amigos o leer un libro.
Pese a todo, he de decir que Patxi Alonso me cae muy bien, me parece un cabezón con muchísimas virtudes. A resaltar, ese pedazo de dientes, más blancos que el Colgate. En serio, me parece un profesional como la copa de un pino. Y además, de Bilbao.

jueves, 22 de noviembre de 2007

YO MANDO, TÚ MANDAS, ÉL MANDA


Ni TDT, ni canales temáticos, ni leches. Internet es una realidad más grande que los molinos del Quijote.

¿Os acordáis de esos sábados de resaca, tumbados en el sofá y haciendo zapping sobre los 4 programas musicales que se emitían a la vez? Del 40 al 1, Música sí, videos super novedad, video estreno, video super plus, etc.

Youtube (por poner un ejemplo) te permite ver los videos musicales que quieras, cuando te dé la gana. De esta forma, te ahorras tragarte a Maná, Andy y Lucas o Rebecca antes de disfrutar de tu artista favorito. Hay videoclips colgados de Internet que ni los propios artistas reconocerían tener. Canales como MTV están sufriendo ya las consecuencias de Internet, reduciendo cada vez más el número de videos musicales y apostando por otros contenidos, tipo Jackass o Dismissed.

Esto mismo pasa con infinidad de contenidos. Ayer estuve viendo por mi ordenador los capítulos 6 y 7 de la tercera temporada de Lost. Y anteayer dos programas de Muchachada Nui. Yo soy el programador. Si quiero hacer un descanso, simplemente doy a la pausa.

Para más inri, ahora llega la TDT, una paja mental más grande que la Alhambra de Granada. Cuando llegue el apagón analógico, lo más que haremos será encender unas velas. Tú dile a tu madre o a tu abuelo que interactúe por televisión…. Ya verás qué carita te ponen. Como mucho, y con toda la razón, te preguntarán: “¿Cuál es el mando de la tele?”

No estamos preparados para este cambio. Demasiada información, confusa y acelerada, en muy poco tiempo. El caso es que los canales se van a multiplicar como gremlins. (Llegaremos a unos 60 a través de la TDT). Tardaremos unos 20 minutos en hacer un zapping rápido. La lucha por coger un trocito de tarta pubicitaria va a ser encarnizada. Va a haber leches. Un programa de éxito será el que consiga un 9% de Share. Tanto canal va a provocar que los anunciantes acudan a nichos cada vez más determinados. Los canales temáticos serán cada vez más temáticos. Y nosotros tendremos una etiqueta cada vez más detallada sobre nuestra frente.

Internet hace mucha pupa a la tele. Pero en unos años, la va a machacar. Y no solo a la televisión. ¿Quién sigue comprando revistas de programación teniendo Internet? Teleindiscreta, Super Tele… Otros que tiemblan…

Ahora, si me disculpáis, me voy al salón a ver lo que me salga de los pinrreles. Por Internet, claro.

Hasta la semana que viene.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

ABRE LOS OJOS


Vivimos en una sociedad completamente desviada. A lo largo del día recibimos una media de 3000 impactos publicitarios que, aunque no queramos, se acomodan en nuestra cabeza y van dejando un poso que nos hace cada día más idiotas, más ciegos y menos receptivos a lo que ocurre fuera de nuestras dirigidas vidas.

El martes pasado me encontré con mi amigo Tego. Su cara era un poema. Le pregunté si se encontraba bien y si podía ayudarle. Me contó angustiado que el jueves tenía una fiesta de disfraces en casa de su amiga Belén y que no encontraba la peluca rubia que necesitaba para el disfraz.

-“Eso no es todo tío. El fin de semana tengo una boda y todavía no he alquilado el chaqué, el muy cabrón me ha hecho testigo. Mi coche está en el taller y además, todavía no sé si podré pillarme las vacaciones en Julio o en Agosto. Bufff…Vaya panorama.. Mi vida es un desastre”

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Aunque cada vez nos pongan más difícil encontrar programas de calidad en nuestra televisión, los “Callejeros” de Cuatro, a lo salmón, están triunfando con sus acertadísimos reportajes de tele-realidad a chorros. Todos los viernes nos ofrecen, en bandeja de plata, conocer de cerca esas realidades que no se sitúan en desiertos tan lejanos ni en montañas tan remotas. Sino más bien todo lo contrario. Problemas y dramas reales que suceden a diario. Casas expropiadas, delincuencia, pobreza, drogas, inmigración, prostitución, etc... El programa hace especial hincapié en este tipo de temas pero también deja hueco para reportajes más ligeros, como el que sacó a la luz las mansiones y residencias más caras de España o el que recorría de arriba abajo la Gran Vía de Madrid sumergiéndonos de forma brillante en los recovecos más interesantes y desconocidos de este mítico lugar.

No sé si será por la forma que tienen de contar las cosas, por la educación con la que tratan a los protagonistas de sus reportajes, por el respeto con el que se acercan a los temas más delicados o simplemente por los huevos que le echan a su trabajo. Lo único claro es que estamos ante uno de los mejores programas de la televisión actual. Un programa que graban 4 reporteros y un cámara. No busquéis grandes efectos, ni expulsados, ni norias, ni politonos, ni tomates, ni opiniones, ni debates estúpidos. Tampoco busquéis a ningún presentador con tirantes dedicado a vender actualidad y realidad a base de videos de toros y accidentes de coche. “Callejeros” busca pincharnos realidad en vena para ver si nos hace efecto.

Cuando me crucé con Tego, no llevaba ninguna jeringuilla a mano pero le recomendé que viera “Callejeros”.
En definitiva, creo que es un acierto de programa, que no deja indiferente a nadie y que nos invita a mirar la vida más hacia fuera y un poco menos hacia dentro. Y con los ojos muy abiertos, a lo Betty Boop.